Todo el mundo conoce este título,
ya sea por haberlo escuchado o por haber tenido que leer la obra en algún
momento de su vida, La Celestina es cultura popular, habría que vivir debajo de
una roca para no tener constancia de que existe tal obra. Y es que, ¿por qué es
tan importante este medio drama-medio novela?
Quizás ahora no nos parezca nada del otro mundo, salvo por
su extenso y pedante vocabulario, o enriquecida variedad lingüística. De
cualquier forma, La Celestina es algo más que un cúmulo de palabras ilegibles,
esta tragicomedia marca un antes y un después en la manera de escribir. Por un
lado, en la obra apenas aparecen menciones religiosas, no solo eso, sino que además, en la imagen de
los personajes, sobre todo en Calisto, se puede apreciar un "rechazo"
a la religión cristiana... Por ejemplo, cuando Sempronio duda de su devoción y
como respuesta obtiene: "Melibeo soy
y a Melibea adoro y en Melibea creo y a Melibea amo", dejando así
claro que él no cree en ningún Dios, que lo único que le importa es Melibea. Y
así, a lo largo de toda la obra, ciertas secciones demuestran la falta de fe de
Calisto, como varias conversaciones de Sempronio con otros personajes.
Otra de las innovaciones de Fernando de Rojas (y nuestro
anónimo del primer acto), es la parodia al amor cortés y es que, al contrario
que dicha tendencia, el enamorado ni es un trovador que sirve a la dama, ni la
dama tiene mucha intención de conservar su honra, ya que a la mínima ansia ver
a Calisto y entregarse a él. Entre romance y pasión de los ricos, hay unos personajes
merecedores del título de protagonistas. Me refiero a los criados Pármeno y
Sempronio, a las prostitutas Elicia y Arúsa, y por supuesto a la que da nombre
a la obra: Celestina. Dichos personajes, aunque son de clase baja, intervienen
en la obra mucho más que los personajes más nobles. Por ejemplo, mientras que
la muerte de Calisto es debida a su torpeza, la muerte de Celestina es más
intensa e influyente en la obra: que esta ocurra desencadena la muerte de los
demás personajes. Por estas razones, La Celestina será la primera obra donde el
pueblo llano toma las riendas y los nobles no serán los personajes más esenciales. Pero no solo
eso, se ve que el autor, al darse cuenta de todo lo nuevo que había metido en
la obra, se dijo, "ya que estoy, meto brujería también", ya que había
blasfemado a lo largo de la tragicomedia con la falta o burla a lo religioso,
¿qué más daría darle a la Celestina el oficio de hechicera, además de todos los
otros tantos de baja reputación que tenía? Además, el hecho de haber brujería
interfiere en la consecución de los hechos, y nos hace preguntarnos si Melibea
realmente se enamoró de Calisto, aún con las precauciones de Lucrecia, criada
suya, o fue un conjuro lo que hizo que cambiase la opinión de esta dama
respecto a él.
Una vez leído el libro, te das cuenta de que recibió el
nombre de "tragicomedia" por alguna razón. En todo momento el humor
está presente en los diálogos, eso sí, un humor de la época, complejo y, por
supuesto, utilizando expresiones que jamás hubiésemos imaginado que existirían,
por lo que para nosotros, alumnos, más que riéndonos, acabábamos de leer el
párrafo con un "¿Eing?". En cuanto a la "tragedia", no se
puede negar que no exista, puesto que una vez terminada la obra, hay más
personajes con la cabeza abierta que los que continúan con todos los órganos en
su sitio.
En la obra hay un hecho que la divide en dos mitades, este
es la muerte de Celestina a manos de los criados, en concreto, por la daga de
Sempronio. A la mañana siguiente de morir Celestina y con ella Pármeno y
Sempronio ajusticiados aparecen tres nuevos personajes, Tristán y Sosia que
sustituirán a los criados de Calisto y Centurio, creado para vengar la muerte
de Celestina,(venganza que acaba sin ejecutar) bajo órdenes de Areúsa, a quien ama.

Como conclusión he de decir que la dificultad de esta
lectura me ha llevado varias veces a preguntarme si vale la pena continuar
leyendo pero siempre me acababa repitiendo que el saber no es gratis y para ser
"un poquito más culto" hay que hacer algunas cosas, aunque cuesten un
poco y al final, acabas disfrutando hasta algo que al principio habías dado por
hecho que odiarías.
"Alegre es la fuente clarao quien con gran sed la vea;mas muy más dulce es la carade Calisto y Melibea.[...]Melibea con su amado.Nunca fue más deseadoamado de su amiga
ni noche más sin fatiga,ni huerto más visitado."*
*Versos cantados por Lucrecia a Melibea poco antes del desdichado final de Calisto.